Escucha tu narrativa interna

Integrar el habito de escuchar lo que «dice nuestra cabeza acerca de lo que sucede fuera de ella» es todo un desafío, ya que cada pensamiento genera emociones que quizás sean desatendidas debido a los tiempos veloces que vivimos.

En ocasiones no hacerlo trae como consecuencia el atasco emocional en algún rincón de nuestro cuerpo físico, enfermándolo.

Uno de los estados que sigo trabajando es que no me perdono el haber sido permisiva con mi ego y dejarlo que me distraiga demasiado tiempo con el escenario. Y aunque cada actuación a sido liberadora en cuanto a la gestión emocional generada, puedo decir con certeza que estiré demasiado esa cuerda.

Sé que no sería la que soy sin todas esas vivencias, las dulces y las amargas y me siento a gusto recordando acontecimientos.  Simplemente observo que de haber dedicado más tiempo de escucha a mi  narrativa interna, hubiese retomado el camino un poco antes.

No me pregunté «para que hacía lo que hacía», hasta que mi cuerpo enfermo frenando la danza y todas mis actividades del día a día, era la mejor forma de llamar mi  atención.

¿Te ha pasado alguna vez?

Si no dedicamos tiempo a escucharnos, atendernos, cuidarnos, el mismo cuerpo se obstruye tras las emociones desatendidas, atascadas dentro de el.

Un gran desajuste en mi digestión (no digería lo que estaba viviendo) daba paso a un gran cambio. Es increíble la repercusión que tiene en la materia,  lo que vemos, oímos,  sentimos y nos decimos mentalmente a nosotras mismas.

Hoy creo firmemente que puedes dedicar tiempo a observar como te hablas a ti misma y modificar esas palabras para que sean siempre nutritivas para tu cuerpo y mente. Lo que pasa afuera está estrechamente ligado con lo que sucede dentro de ti.

Con amor, Andrea

 

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